Y puede que los mayores sigan mirando con recelo a los jóvenes románticos como yo que, aún no pudiendo encontrar rectificación en la incertidumbre de los destinos futuros por la falta de experiencia y los anhelos de la belleza, intuyen el amor como una fuerza misteriosa y primordial que complica las propiedades de las leyes curvas de la gravedad tetradimensional, siendo ésta última demasiado débil, en comparación, para confutar el poder de la pasión y la mirada en los ojos más hermosos de la historia.Supongo que cuando a uno le quitan todas esas barricadas hormonales y los órganos diana sanan, el cuerpo se calma con la firma de la paz, tras la revolución adolescente.
Pero más allá radica la destinación total de toda tu vida en complacer, como un esclavo, (que se queda en la salida del camino, se queda corto) a todas sus peticiones, porque no habrá de momento cosa más feliz a la que puedas aspirar que a su bienestar y a su felicidad. Una felicidad de la que puedes llegar a ser parcialmente responsable y por la que no te importa sacrificar lo que quiera que consideres más egoístamente imprescindible. Una realización como persona que solo se alcanza con su pensamiento, que también es el tuyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario