Ayer me vino a la mente más que nunca esa inquietud por la estricta significación del concepto cuando en la tertulia se perfiló la silueta de un hombre bien derrotado, bien vencido. No soy mucho de letras, pero sí de pensar. Siempre he confiado plenamente en la evidencia de lo realmente práctico, y si en la lengua española tenemos dos palabras diferentes habrá razón de ello, pues pensar lo contrario contradiría el principio de economía del lenguaje.(tan necesario en los sistemas termodinámicos de hoy y de mañana).
Pronto las voces se calentaron con las primeras intuiciones personales emanadas de ese hábito de adaptar inconscientemente el oído a los juicios que más nos convienen, que más nos aprueban y que menos nos corrigen las autoridades. Tras la criba experimental de cada uno despuntaban titubeantes las primeras ideas, muy sólidas y críticas en apariencia, pero sin llegar a consenso por los allí presentes. Y como yo soy un chico metódicamente analítico con la realidad y el símbolo, oye, pues me he propuesto investigar tal asunto que creo que os puede interesar. (¡A fe no me gana nadie!)
El principio de verdad basado en la autoridad puede llegar a mover montañas, más si esta autoridad recae sobre un presidente y la montaña se interpone a la ampliación de una nueva autopista. Acudo a la RAE y a su diccionario. Presento ordenadamente las acepciones de cada una y ofrezco la que creo mi respuesta.
derrotar.
(De derrota).
1. tr. Disipar, romper, destrozar hacienda, muebles o vestidos.
2. tr. Destruir, arruinar a alguien en la salud o en los bienes.
3. tr. Vencer o ganar en enfrentamientos cotidianos.
4. tr. Mil. Vencer y hacer huir con desorden al ejército contrario.
5. intr. Taurom. Dar derrotes.
6. prnl. Dicho de una embarcación: Apartarse de su rumbo originario.
vencer.
(Del lat. vincĕre).
1. tr. Sujetar, derrotar o rendir al enemigo.
2. tr. Dicho de las cosas físicas o morales a cuya fuerza resiste difícilmente la naturaleza: Rendir a alguien. Vencer a alguien el sueño. Vencerle el dolor, la pasión. U. t. c. prnl.
3. tr. Aventajarse o salir preferido, o exceder en algún concepto, en competencia o comparación con alguien.
4. tr. Sujetar o rendir las pasiones y afectos, reduciéndolos a la razón.
5. tr. Superar las dificultades o estorbos, obrando contra ellos.
6. tr. Dicho de una cosa, incluso inmaterial: Prevalecer sobre otra.
7. tr. Dicho de una persona: Atraer o reducir a otra de modo que siga su dictamen o deseo.
8. tr. Sufrir, llevar con paciencia y constancia un dolor, trabajo o calamidad.
9. tr. Subir, montar o superar la altura o aspereza de un sitio o camino.
10. tr. Ladear, torcer o inclinar algo. U. m. c. prnl.
11. intr. Dicho de un término o de un plazo: Cumplirse.
12. intr. Dicho de un contrato: Terminar o perder su fuerza obligatoria por cumplirse la condición o el plazo en él fijados.
13. intr. Dicho de una deuda u otra obligación: Hacerse exigible por haberse cumplido la condición o el plazo necesarios para ello.
14. intr. Dicho de una persona: Salir con el intento deseado, en contienda física o moral, disputa o pleito.
15. intr. Refrenar o reprimir los ímpetus del genio o de la pasión. U. t. c. prnl.
(De derrota).
1. tr. Disipar, romper, destrozar hacienda, muebles o vestidos.
2. tr. Destruir, arruinar a alguien en la salud o en los bienes.
3. tr. Vencer o ganar en enfrentamientos cotidianos.
4. tr. Mil. Vencer y hacer huir con desorden al ejército contrario.
5. intr. Taurom. Dar derrotes.
6. prnl. Dicho de una embarcación: Apartarse de su rumbo originario.
vencer.
(Del lat. vincĕre).
1. tr. Sujetar, derrotar o rendir al enemigo.
2. tr. Dicho de las cosas físicas o morales a cuya fuerza resiste difícilmente la naturaleza: Rendir a alguien. Vencer a alguien el sueño. Vencerle el dolor, la pasión. U. t. c. prnl.
3. tr. Aventajarse o salir preferido, o exceder en algún concepto, en competencia o comparación con alguien.
4. tr. Sujetar o rendir las pasiones y afectos, reduciéndolos a la razón.
5. tr. Superar las dificultades o estorbos, obrando contra ellos.
6. tr. Dicho de una cosa, incluso inmaterial: Prevalecer sobre otra.
7. tr. Dicho de una persona: Atraer o reducir a otra de modo que siga su dictamen o deseo.
8. tr. Sufrir, llevar con paciencia y constancia un dolor, trabajo o calamidad.
9. tr. Subir, montar o superar la altura o aspereza de un sitio o camino.
10. tr. Ladear, torcer o inclinar algo. U. m. c. prnl.
11. intr. Dicho de un término o de un plazo: Cumplirse.
12. intr. Dicho de un contrato: Terminar o perder su fuerza obligatoria por cumplirse la condición o el plazo en él fijados.
13. intr. Dicho de una deuda u otra obligación: Hacerse exigible por haberse cumplido la condición o el plazo necesarios para ello.
14. intr. Dicho de una persona: Salir con el intento deseado, en contienda física o moral, disputa o pleito.
15. intr. Refrenar o reprimir los ímpetus del genio o de la pasión. U. t. c. prnl.
Es indispensable partir de la igualdad de condiciones, y la tenemos. Dos participios de los que solo vamos a tomar su naturaleza calificativa derivados de dos verbos, podríamos decir, de actuación. Primero debemos amoldar la esencia de cada una de las definiciones a un hombre que pasivamente las recibe, en tanto que provoque en nosotros la noción a la que se aspira de sumisión, tristeza, pérdida e inferioridad. Una vez seleccionado al caso las acepciones a las que nos referimos con un hombre derrotado/vencido, observamos su conexión, sus semejanzas y los pequeños matices que las hacen más específicas en un contexto u otro.
Si nos ceñimos, así, a la dimensión humana de la derrota nos queda un hombre cuyos bienes, presumiblemente materiales, y salud han sido destruidos, arruinados por alguien. Un hombre derrotado es un hombre que lo ha perdido todo.
Atrás quedan los significados guerreros que incluyen el verbo vencer, y que aluden a una victoria ya sea cotidiana en forma de jaque mate, o militarmente decisiva en el caso de Trafalgar. Tal vez, y esto es puro subjetivismo, la suciedad sonora de la palabra, que se traba con la "r" doble, incorpore connotavitamente a "derrotar" un acercamiento a palabras violentas como garrote, guerra, derrumbar o arrastrar. Es decir "derrota" y venirme a la mente algún cuadro fracasado que plasma un campo de batalla oscuro y silencioso con los cañones aún humeantes.
Pero "vencer" no se queda corto. Como una columna griega retorcida circularmente hasta hacer coincidir la basa con el capitel, que se sostiene por sí sola levitando fantasmalmente de forma inexplicable; vencer se puede definir a partir de derrotar y derrotar a partir de vencer.(Cosas mías de que infinito es igual a cero). Compruébese en la tercera y primera acepción de cada palabra.
Pero leyendo detenidamente las acepciones de "vencer" percibo una nueva aurora espiritual que envuelve al término. "vencido por el dolor". Ya no parece tratarse de una destrucción material sino inmaterial. Las pasiones no parecen ser derrotadas, sino vencidas por la razón. La sexta acepción añade la particularidad de la superioridad de dos entidades, la séptima implica cierta sumisión de la voluntad, la decimocuarta victoria física e intelectual y la octava, mi favorita, esclarece el significado más agudo que le podamos conferir. Un hombre vencido es aquel que arrastra pacientemente una dolorosa losa intangible.
También cabe destacar la repercusión que tiene los valores económicos y administrativos de "vencer". Me explico:
Derrotar es a la derrota derrotada como vencer es al vencimiento vencido
Sin embargo, por lo menos a mí me pasa, soy incapaz de relacionar correctamente vencimiento como lo que debería ser, el acto de vencer o ser vencido, pues en mi mente con tanta crisis solo hay números rojos y fastidiosas facturas.
Pero lo expuesto hasta ahora son solo habladurías, somos dueños y señores de la lengua y podemos hacer lo que nos dé la real gana. Quién no puede personificar la nostalgia en un gran maestro ruso del ajedrez y hacer que gane nuestra partida en una guerra tan bestial y despiadada como lo es una partida de ajedrez, para más tarde apropiarse de todos nuestros enseres. Se me ocurre:
La nostalgia, esta vez,
se llamaba Gary Kasparov.
Arruinó todos mis collares
por un movimiento etéreo.
Al fin me convertí
en un hombre derrotado (vencido)
Si nos ceñimos, así, a la dimensión humana de la derrota nos queda un hombre cuyos bienes, presumiblemente materiales, y salud han sido destruidos, arruinados por alguien. Un hombre derrotado es un hombre que lo ha perdido todo.
Atrás quedan los significados guerreros que incluyen el verbo vencer, y que aluden a una victoria ya sea cotidiana en forma de jaque mate, o militarmente decisiva en el caso de Trafalgar. Tal vez, y esto es puro subjetivismo, la suciedad sonora de la palabra, que se traba con la "r" doble, incorpore connotavitamente a "derrotar" un acercamiento a palabras violentas como garrote, guerra, derrumbar o arrastrar. Es decir "derrota" y venirme a la mente algún cuadro fracasado que plasma un campo de batalla oscuro y silencioso con los cañones aún humeantes.
Pero "vencer" no se queda corto. Como una columna griega retorcida circularmente hasta hacer coincidir la basa con el capitel, que se sostiene por sí sola levitando fantasmalmente de forma inexplicable; vencer se puede definir a partir de derrotar y derrotar a partir de vencer.(Cosas mías de que infinito es igual a cero). Compruébese en la tercera y primera acepción de cada palabra.
Pero leyendo detenidamente las acepciones de "vencer" percibo una nueva aurora espiritual que envuelve al término. "vencido por el dolor". Ya no parece tratarse de una destrucción material sino inmaterial. Las pasiones no parecen ser derrotadas, sino vencidas por la razón. La sexta acepción añade la particularidad de la superioridad de dos entidades, la séptima implica cierta sumisión de la voluntad, la decimocuarta victoria física e intelectual y la octava, mi favorita, esclarece el significado más agudo que le podamos conferir. Un hombre vencido es aquel que arrastra pacientemente una dolorosa losa intangible.
También cabe destacar la repercusión que tiene los valores económicos y administrativos de "vencer". Me explico:
Derrotar es a la derrota derrotada como vencer es al vencimiento vencido
Sin embargo, por lo menos a mí me pasa, soy incapaz de relacionar correctamente vencimiento como lo que debería ser, el acto de vencer o ser vencido, pues en mi mente con tanta crisis solo hay números rojos y fastidiosas facturas.
Pero lo expuesto hasta ahora son solo habladurías, somos dueños y señores de la lengua y podemos hacer lo que nos dé la real gana. Quién no puede personificar la nostalgia en un gran maestro ruso del ajedrez y hacer que gane nuestra partida en una guerra tan bestial y despiadada como lo es una partida de ajedrez, para más tarde apropiarse de todos nuestros enseres. Se me ocurre:
La nostalgia, esta vez,
se llamaba Gary Kasparov.
Arruinó todos mis collares
por un movimiento etéreo.
Al fin me convertí
en un hombre derrotado (vencido)
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