domingo, 30 de octubre de 2011

Introducción al amor empírico. La evolución

El pilar más sólido e inamovible de la química y la física es que todo tiende al caos, al aumento irremediable de la entropía. En química todas las reacciones van a tratar de generar productos con una configuración electrónica propia de los gases nobles. Y este equilibrio también se mantiene en los enlaces de hidrógeno que mantienen las escaleras del ADN. Sin embargo en ocasiones, ya sea por causas artificiales, como la radiación, o por causas naturales durante la duplicación del ADN, hay peldaños que no encajan como deberían hacerlo y trae como consecuencia la síntesis de una proteína incorrecta y por tanto de un carácter incorrecto, o no...

Aunque debería señalar que no todas las posiciones incorrectas de los nucleóticos vienen acompañadas necesariamente de un cambio en una proteína, pues puede afectar a un nucleótido que no forme parte del gen, que el aminoácido se complemente exactamente de la misma forma o que el monómero afectado no altere drásticamente la estructura de la proteína. Estos cambios aleatorios se denominan mutaciones y son el motor de la evolución biológica. Otra parte de los motores de la evolución es la reproducción sexual. Durante la meiosis se produce un sobrecruzamiento de los alelos de los cromosomas homólogos y durante la fecundación se combinan al azar los gametos masculinos y femeninos Las mutaciones que se producen en las células somáticas no tienen mucha importancia, las que nos interesan son las mutaciones que se producen en los gametos y son transmitidas a la descendencia, porque el nuevo engendro portará desde el primer momento y en todas sus células el ADN mutante. Hay tres tipos de mutaciones: las mutaciones perjudiciales, que confieren una desventaja al individuo que la porta y disminuye sus probabilidades de supervivencia, mutaciones neutras que ni perjudican ni benefician al individuo, hasta que se produzca un cambio en el medio que decante la mutación; y beneficiosas, que confieren una ventaja al individuo aumentando sus probabilidades de supervivencia.

Sobre estos caracteres actúa la selección natural, que es el conjunto de circunstancias del medio que influyen en la supervivencia de los individuos de una especie, haciendo que las ventajas que mejoren la supervivencia del individuo se mantengan y por tanto pasen a futuras descendencias y las desventajas sean eliminadas. Esto es un proceso que implica muchísimo tiempo y tiene como fin la perfección biológica de la especie, haciendo que cada generación sea levemente mejor que la anterior. El problema es que todas las especies hacen lo mismo y se produce una lucha por la supervivencia ya que el espacio y la cantidad de recursos son limitados. (Mencionar además los adelantos médicos del ser humano que neutralizan este proceso).

En conclusión, todos nuestros caracteres vienen dados por un ADN que ha pasado con éxito por la selección natural y que podremos legar a nuestras futuras generaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario