Todo un curso, de comienzo a fin, esa palabra en sus innumerables manifestaciones nos abofeteaba cada vez con menos intensidad hasta que aprendimos a convivir con ella: Selectividad, PAU, examen para el acceso a la universidad... Sin embargo, estar en ese corrillo de tensión en el que las almas solo se movían si eran evocadas por la voz del vigilante, estar entre tus amigos, en la misma situación, hace valer realmente el momento... Cuando llegaba tu nombre, ya no había vuelta atrás.
Las "mesas" eran minúsculas, casi un púlpito de oración. Lengua, muy bien. Filosofía, sin espacio. Inglés, no hablemos. Matemáticas, para enmarcar. Física, indignado por la falta de coherencia y rigor en las preguntas, que objetivamente, en palabras de mi profesor de física, estaban mal formuladas, pero dado cuenta de ello, plasmé mi pensamiento por escrito. Química, me faltó un ejercicio. Biología, extrañamente bien...
Ahora a esperar los resultados que deseo que se correspondan con todo el esfuerzo y el empeño a lo largo de estos años. Mientras tanto, volveré a mis aventuras, pensamientos y poemas, que por lo que veo no he hecho más que olvidar. Si queréis un consejo, futuros seleccionados, no desesperéis, si tenéis dudas os ayudarán, (que me lo diga el pobre profe de física que le tuve corriendo por los pasillos en busca de respuestas), aprovechar todo el tiempo que os den y repasar las faltas de ortografía. Para más información, ¡pensad! Buena suerte.
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