domingo, 18 de agosto de 2013

POESÍA ESPAÑOLA RECIENTE (1982-2000)


Tenía que leer más poesía contemporánea para darme cuenta de la gran versatilidad de estilos que derivaron de la posmodernidad, de la fijación de la llamada poesía de la diferencia por valorar precisamente esa diversidad intelectual; para conocer los principios estéticos que subyacen el ahora del poeta español y mi terriblemente egoísta error de considerar sin tela de juicio las atrocidades incomprensibles que leía por mi propensa impetuosidad a mi persona, en detrimento del auténtico valor de los grandes. Me paseé por los pasillos de la biblioteca de mi barrio, que extrañamente estaba más pletórica que nunca, debía ser que hubo absorbido los libros de las bibliotecas que cerraron con la crisis de Bankia; y me detuve en esta joya.

Una antología que muestra, tras una primera introducción que nos pone en los antecedentes de los Novísimos, la poesía de la experiencia, la poesía minimalista, la neosurrealista y la clasista, la gran fecundidad del panorama español desde el trastocado cambio de objetivo erótico de Ana Rosetti hasta la sencilla cotidianidad de Luis García Montero, pasando por la conmovedora visión subterráneamente onírica del mundo de Blanca Andreu y el realismo sucio de Roger Wolfe; entre muchos más autores como Javier Salvago, Jorge Riechmann, Felipe Benítez Reyes... Autores con las que identifico algunos rasgos de mi trabajo y sobre los que ahora estoy profundizando.

El culturalismo difuminado en leyendas y figuras de la mitología contrasta a su vez con el lenguaje coloquial del momento urbano. El verso libre se contrapone a las secuencias armónicamente rimadas de estrofas tradicionales. La metapoesía se infunde como resquicio de generaciones anteriores, se dice: "La poesía ya no puede hablar del mundo, lo que puede hacer es hablar de como habla la poesía del mundo".

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