Mostrando entradas con la etiqueta Aventuras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Aventuras. Mostrar todas las entradas

sábado, 28 de junio de 2014

A mis padres

Soy, quien no quiere la cosa, el sumatorio unísono de todo lo que repercutió voluntaria e inconscientemente en mí de cualquier guisa; una inaudita construcción heterogénea donde se imbrican desde las magníficas representaciones moleculares marcadas a fosfato y nitrógeno sobre mi genoma, hasta el más somero de los susurros expelidos al olvido y de procedencia remota, que me hiciera de infante abandonar cualquier primitiva tarea para rotar sobre la nuca mi atención irracional, aunque ya no recuerde su sonido. De tal entorno, aparentemente inabarcable, debo hacer responsable en gran parte a mis progenitores; especialmente en el apartado reservado a las reclamaciones fenotípicas.

Así pues os agradezco humildemente haber sido educado en la serenidad y la templanza, en el razonamiento ético y solidario de la entrega compartida a quienes lo necesiten; haber fomentado curiosamente en mí los pilares eruditos del conocimiento científico tras largos paseos atenienses a la vera del estanque, donde "criticar" no tenía connotaciones peyorativas; haber tenido a disposición todo recurso que precisase para forjarme como persona diestra; el legado filosófico del esfuerzo; vuestros ideales y esperanzas; mi nombre completo; nuestra primera carta antes de ser concebido; el espíritu de la contradicción; las ganas de vivir aventuras espectaculares; y mi segura calvicie, que se me ocurran ahora...

Vivo inciertamente, sin decirlo con empalagos, no conociendo que habéis leído estas palabras; pues soy de labios, ni de abrazos, ni de carantoñas explícitas. Aún no me conocíais, y decidisteis confiar en mí. Ahora que os conozco solo puedo daros las gracias.

jueves, 19 de diciembre de 2013

La mano invisible de Lorca

La más ilusa de las emociones, la sana manía de enrojecer la sonrisa cuando sabemos que párvulos vamos a recibir un regalo, pero no de parte de quién. Resulta inevitable caer en la ternura que acarrea un amigo invisible, es una misteriosa sensación de gusto por la sorpresa preámbulo a las Navidades.

El grupo 211 de bioquímicos aglomeramos la triste mesa del profesor con regalos varios y envoltorios aún más llamativos. El delegado, maestro de ceremonias, uno a uno vociferaba los nombres de los participantes. Caras siempre llenas de alegría y punto de humor. Altruismos metamorfoseados, desde un gorro de cocina, una botella de licor y una empanada, pasando por los ya clásicos libros y fragancias; hasta un extraño juego de pesca para los que se aburren en el excusado y una barra de pan.

Y dijeron el mío. Cubierta roja y papel delicado; nerviosismo impropio de cuánto he hecho, un mensaje de un cariñoso personaje desconocido terminado con una carita feliz ":)", no necesito más para emocionarme. Una cubierta negra amenaza... "¿Esta no es la editorial de mi edición de Rimas de Gustavo Adolfo?" Leo el título, tartamudeo, me sobresalto: "¡Ay Dios, Poema del cante jondo! ¡Muero de amor!" El libro que tanto influjo proyectó en mi primer poemario, en mi libro, que solo había leído por préstamo en la biblioteca; ahora sería mío. "¡Espero que haya sido una mujer, porque quiero coserla a besos!" Exageré, obviamente, pero el motivo valía.

Al paso, una premonición de mejillas rosa porcelana, luceros esmeralda y áurea melena me asalta. Lo prometido es deuda, dos besos y un risueño agradecimiento. Esta noche dormiré como un gitano.

Por cierto, el pan; por espectaculares vaivenes del destino cafetero, también era mío.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Uni nueva, vida nueva

Uno no puede arrojar la idea primera que le mane de la imaginación pues de repente, la confutación "no juzgues sin saber", aparece como el último recurso de un condenado ante un tribunal de jueces puestos ilegítimamente a dedo. Ahora sí sé, he visto la portada y me leído el libro, y puedo contaros mi experiencia universitaria.

Desde el 9 de septiembre mi rutina mañanera se ha visto trastocada súbitamente; los metros han dejado paso a los cercanías y el arco de las manecillas grandes al leve desplazamiento de la horaria. Novedades, el lance de atravesar el pasillo túnel del pinar fijado por el aroma terrorífico de los corredores. La tragedia de no encontrar donde posar las piernas es ya convencional.

Solo allí podíamos estar los que tuviéramos más de un 12,13 en selectividad, la presión intelectual era parecida a la sentida en Bilbao; sin embargo, ahora éramos competidores totales por los puestos y becas contados que, en estos infructuosos lares de ciencia, solo conceden a quienes más horas echan a contar proteínas.

Pero las necesidades se calmaron con la llegada de los controles y la puesta de marcas que nos colocaban en un sitio u otro de la pirámide del esfuerzo y la innata capacidad intelectual. Con buenos compañeros y nuevas amistades, todo parece más sencillo. Ya os iré comunicando las eventualidades espectaculares. 

miércoles, 19 de junio de 2013

Sugestiones poéticas












Uno de los grandes. Como ya sabéis, mi pasión por la obra y pensamiento de Salvador Dalí es inmensa. Suerte de ser chulapo, de vivir aquí y de poder disfrutar de la exposición que nos brinda el Reina Sofía y que recomiendo encarecidamente.

Una cola tórrida de extranjeros y personal de información se extendía hasta el edificio de al lado. Menos mal que mi padre está suscrito a un seguro que nos hacía ser preferentes y pasar antes que nadie, con todo el morro del mundo, a las instalaciones con aire acondicionado. Pasamos, que iba con dos amigos, realizamos desordenadamente un recorrido por su obra, tal vez no nos importara pasar repentinamente del cubismo al surrealismo y a los horrores de la guerra. Y tener ahí delante

cuadros que jamás pensé que podría ver en primicia es una experiencia grandiosa.


Ver detalles, los trazos a contraluz que delataban una obra humana y no una fotografía. Tener la capacidad para hacer zum con una curvatura de la espalda, ¡qué fantástico! Los cuadros más famosos: "La persistencia de la memoria", "El gran masturbador", el imposible de nombrar, "Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar" allí estaban. Las películas, su ego como protagonista, los poemas de Lorca, su "amistad", incluso algunos anuncios en los que tomaba partido. La exposición era muy amplia, no sé si habría unas 200 obras. Lo divertido era hacérselas de cultivado recopilando informaciones que iban soltando los guías a las excursiones, había muchas y de cada una se aprendía una cosa. 

Cada sala era cuidadosamente custodiada por un agente de seguirdad impotente, seguro que éstos, saben más de Dalí que nadie.Salí con la sensación de haber charlado con él de nuestras sugestiones poéticas, de haber leído sus cartas y de haberle escrito las mías. Supongo que los locos tenemos algunas licencias.

jueves, 6 de junio de 2013

¿El parón? ¿Tontuna? ¡Selectividad!

Recuerdo vagamente como mi hermana, hace miles de años, trataba de consolar mi tristeza por pensar que nunca haría cosa tan importante en mi vida como el examen de selectividad. Pero el tiempo pasa, las perspectivas se distorsionan y aquí estamos... 6 de junio de 2013 escribiendo en mi blog después de haber llegado a mi casa procedente de la facultad de farmacia de la universidad complutense de Madrid. Solo puedo decir dos cosas... ¡Qué dolor de espalda! y ¡Dónde estaba la televisión!

Todo un curso, de comienzo a fin, esa palabra en sus innumerables manifestaciones nos abofeteaba cada vez con menos intensidad hasta que aprendimos a convivir con ella: Selectividad, PAU, examen para el acceso a la universidad... Sin embargo, estar en ese corrillo de tensión en el que las almas solo se movían si eran evocadas por la voz del vigilante, estar entre tus amigos, en la misma situación, hace valer realmente el momento... Cuando llegaba tu nombre, ya no había vuelta atrás.

Las "mesas" eran minúsculas, casi un púlpito de oración. Lengua, muy bien. Filosofía, sin espacio. Inglés, no hablemos. Matemáticas, para enmarcar. Física, indignado por la falta de coherencia y rigor en las preguntas, que objetivamente, en palabras de mi profesor de física, estaban mal formuladas, pero dado cuenta de ello, plasmé mi pensamiento por escrito. Química, me faltó un ejercicio. Biología, extrañamente bien...

Ahora a esperar los resultados que deseo que se correspondan con todo el esfuerzo y el empeño a lo largo de estos años. Mientras tanto, volveré a mis aventuras, pensamientos y poemas, que por lo que veo no he hecho más que olvidar. Si queréis un consejo, futuros seleccionados, no desesperéis, si tenéis dudas os ayudarán, (que me lo diga el pobre profe de física que le tuve corriendo por los pasillos en busca de respuestas), aprovechar todo el tiempo que os den y repasar las faltas de ortografía. Para más información, ¡pensad! Buena suerte.



sábado, 25 de mayo de 2013

Discurso de graduación 2012-2013 Salesianos Atocha

Decir, antes que nada, que este discurso ha sido elaborado conjuntamente entre Alicia Fuentes y yo. Lo único que puedo decir es que es todo un honor poder representar a un grupo de personas, que fuera de cursilería y relamidos comentarios, me ha demostrado lo maravillosa que puede ser la vida. Sin más dilación aquí os dejo con el discurso.

Queridos alumnos, orgullosos padres, amigos y familiares; y por supuesto, pacientes profesores. Gracias por estar aquí y bienvenidos al momento con el que tanto soñábamos. Un sueño compartido enmarcado con sonrisas, quebraderos de cabeza y recuerdos increíbles que llevaremos siempre con nosotros. Celebramos la clausura de un ciclo, no como una tarde de tristeza, sino como un momento de gratitud, para recordar lo verdaderamente importante, la historia que permanece a nuestras espaldas y que nos ha hecho coincidir aquí y ahora. Cada uno ha recorrido su propio camino, solo tenemos que echar la vista atrás y pensar en las primeras caras asustadas y nerviosas, las palabras de ánimo y de miedo de los profesores, el primer contacto con personas que, sin saber porqué, después se convertirían en verdaderos amigos...y un largo etcétera.

Querer es poder, pero poder implica sacrificio, y nosotros lo hemos hecho. Somos conscientes de que ha sido uno de los años más duros y exigentes de nuestra vida, nadie lo puede negar, demasiada presión y escaso tiempo. Pero ahora, una vez recogidos los frutos de nuestro esfuerzo, podemos asegurar orgullosamente que ha merecido la pena. Es cierto que ha habido ocasiones en la que nos hemos sentido solos e impotentes, a veces notábamos que nos flaqueaban las fuerzas y nos planteábamos la posibilidad de abandonar; pero vosotros, padres, profesores y compañeros, los que siempre estáis ahí, sois los que habéis tenido las palabras de aliento y apoyo que nos han ayudado a superar las dificultades y a seguir adelante dejando atrás nuestros errores, transformándolos en experiencia. Por ello, una vez más, gracias.

Es verdad que muchos de nosotros somos unos recién llegados y otros llevan aquí toda una vida, pero esto no ha sido, ni mucho menos, un motivo para separarnos. Desde el primer momento hemos creado auténticos lazos de amistad entre nosotros, hemos puesto, bajo el espíritu de esta casa salesiana, las ilusiones, sueños y aspiraciones de un grupo de jóvenes que persigue una meta común: ser felices. Lazos incluso con los profesores; seguro que nunca se os olvidarán los paseos de Don Paco por los pasillos durante el recreo, la calculadora mental de Juan Carlos, la metafísica de Julia y la locura de sus filósofos, los chistes verdes de Manolo, los pollitos de Anselmo… Reconocedlo, hemos vivido una de las experiencias más maravillosas de cuantas hemos tenido. No solo hemos crecido académicamente, sino también en nuestra dimensión personal.


Puede que los conocimientos que hemos adquirido sobre las distintas materias, que tantas veces hemos criticado, nos sean útiles en un futuro laboral, en cambio los valores, actitudes y enseñanzas, que nos habéis transmitido a lo largo de estos dos últimos años, son igual o más importantes y nos han hecho ser, al fin y al cabo, mejores personas. Hemos aprendido a superarnos, a entender el valor del trabajo, a querernos y a respetarnos, a cuidar de nosotros, pero a la vez, de la gente de nuestro alrededor, entregarnos solidariamente a los demás de forma libre y desinteresada, en definitiva, hemos aprendido a ser voluntarios. Ya lo decía Rousseau: “El hombre solo puede pensar en sí mismo si piensa en los demás”. Miréis donde miréis, encontraréis caras conocidas igual de emocionadas que las vuestras.

Estamos ante las puertas de uno de los cambios más importantes. Y en nuestra mano está saber responder con valentía y decisión. Tenemos miedo a lo desconocido, es natural, pero ya no somos críos, hemos alcanzado la madurez suficiente para tomar las riendas de nuestra vida. Siempre se ha dicho y siempre se dirá, solo necesitamos un motivo que nos empuje, una meta que alcanzar, confianza en nosotros mismos y una fuerza de voluntad, que una vez más, aquí, nos ha demostrado lo que puede llegar a conseguir.

Dicen que las palabras se las lleva el viento, pero solo podemos recurrir a ellas para mostraros lo que juntos hemos hecho posible. Hoy no nos despedimos, cada vez que escuchemos nombres como don Bosco o María Auxiliadora acudirán a nuestra imaginación los momentos de los que os hablábamos, porque este lugar ha sido, es y será nuestra casa. Cada día, mientras amanezca, y recordemos porqué hacemos las cosas seguirá habiendo un destino escrito para nosotros. Una historia nueva que deberemos aceptar, respetar y de la que deberemos responder. Y para ello hay que ser felices, hay que ser positivos.



viernes, 5 de abril de 2013

Mierda de artista

A pesar de buscar vehementemente la salida para tal disgusto, tener la convicción de la culpabilidad acarreada por el no cumplimiento de mi deber, como buen estudiante, de acudir a las aulas con una cartera llena de ilusiones; no pude encontrar nada más que unos minúsculos reductos de esparcimiento y regocijo que ni mucho menos hicieron merecido tal desplazamiento a la Universidad Autónma de Madrid.

Ayer pululaba por la calle Toledo para terminar encerrado, pájaro sin vuelo bajo la lluvia, disertando una hora y media sobre si los sueños son reales o no. Fue un ir y venir, tampoco esperéis que interactuara ávidamente con los otros diecinueve finalistas que tanto derecho tenían como yo a estar allí.

La tensión hacía correr ríos de tinta blanca, rajazos a caras enteras en las que uno se desesperaba viendo como avanzaba y retrocedía paradójicamente en su pensamiento y en la estructura de su lógica perfecta e invariable. Todos caemos, más los genios.

Me dejaron con un cuaderno haciendo señales de humo... Señales que no se veían desde la mesa central. Debió ser eso, pues llevaba implorando un turno de palabra durante un largo trecho para contestar los auténticos disparates que uno se encuentra cuando deja semipreparado un debate entre dos institutos sobre un tema del que los jóvenes no saben sacar más jugo que meras citas de autores que no hacen más que redundar y circular, cual perro atado a su sitio, sobre el mismo punto en común.

Resignación, es lo que uno siente cuando no se conocen sus verdaderas intenciones... Ni si quiera pude contestar con mi tendencia mínima de cambio a la joven que conocí ayer y que preguntó si había alguien en la sala que no considerara que un folio es más pequeño que la pantalla del proyector.

Y no os lo perdáis el don Castro y sus habladurías de la belleza, la estética y las aplicaciones neonihilistas del posmodernismo a la realidad del viernes que nos permite salir de la caverna, oscura y aquerosa que nos propone Platón en la película de Matrix, bendito milenio del bicho, ¡bendita mierda de artista! Que no seré yo, de veras, el que le quite ese principio que tenemos todos de creer que lo verdadero es aquello que nos impone la autoridad, y ¡qué autoridad! Pero de veras, ¿tan necesario era la inculcación de un pensamiento anticuado que busca la atención de un público medianamente infantiloide que no responde de sus desentendimientos hasta que es demasiado tarde? ¿Le habrán pagado, por lo menos? El caso es que de vez en cuando se colaba un desnudo o una vulva oculta en el nacimiento del mundo... Cuadro que, por cierto, tuve la suerte de presenciar en mi viaje a París... Del que no sé si os hablaré.

Es la pura manifestación de la abulia la que hace que cada vocablo sea utilizado como un pastel relamido que empalaga y deja voquiabiertos a los que perciben de esos sonidos una seciencia simétrica con algún valor paralelístico que simplemente llame la atención de los incautos y desprevenidos.

Soy envidioso y primerizo; pero no puedo evitar tener un blog y no disponerlo en tela de queja ante las circunstancias que hoy se han dado y que me han hecho reflexionar acerca del real valor de la filosofía y la palabrería de un ganador constructor de un sintagma nominal con "sueño" por núcleo y más adjetivos pospuestos oníricos y evidentes que cualquier obra del Romanticismo. Estoy muy cansado y los exámenes de física de dos horas no ayudan. Sé que me he propasado, pero soy así de impulsivo y diáfano. Disculpas por la extensión desmesurada del texto.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Cuando leímos en el Congreso... Con Bono

Se va acercando diciembre, se ojean las fotos de años anteriores por estas fechas y, como bien dice la descripción de este blog, me vino el recuerdo de una de mis aventuras más emocionantes. La lectura que hicimos algunos de mis compañeros y yo de la Constitución española el 3 de diciembre de 2010 coincidiendo con su aniversario. Sí, el de la derecha soy yo con 15 años y una melena que me cubre entero la cara. Nunca nos dijeron como un pequeño colegio de Villaverde pudo meterse entre los elegidos para tal hazaña... Me imagino que habría algún contacto o algo por el estilo.

El caso es que llegamos de mañana, hacía frío, mucho frío, los leones reflejaban el bajo sol y se confundían con los flahses de los periodistas. Éramos los más pequeños, ¿qué queréis? Eramos de cuarto, y allí lo mínimo eran universitarios. Nos sentamos... Tensión... De los que fuimos a su vez solo seríamos unos cuantos, lo cual me molestó mucho, los que leyéramos. No sabíamos que hacer... Y de repente, nos dicen que la Agrupación Escolar Europa sería la encargada de abrir la lata, y en concreto, yo, el primero de los primeros, el que leería el preámbulo de la constitución.

Aquello estaba forrado de famosos: Flo, y los de otra movida, Ángel Martín, Fernando Tejero (sí... sé lo que estáis pensando, nos reímos cuando Bono dijo su nombre), Jorge Fernandez (que se sentaría delante de mí), Iker Casillas, Florentino Pérez, Vicente del Bosque... Y muchos más de los que no me acuerdo. Bono inició la sesión con una clase de historia magistral acerca de lo que significaba la Constitución, y nos señaló los balazos en el techo de los diputados.

"Bueno... Ya es la hora..." Pensé. Una sangre helada recorría todos los capilares de mi cuerpo, ¿pero qué estaba haciendo? ¿Tantas horas de dedicación al teatro como para venirme abajo cuando necesito ese poder de convicción? Llevaba una hoja de la mano, me llamo Bono y subí al altar... Allí había una réplica de la Constitución original y no sabía que leer... Estaba nervioso, no sabía si debería esperar a una señal de comienzo... Di unos segundos de prórroga y empecé a leer... "Don Juan Carlos I, rey de España a todos..."
Espectacular... Leyendo y terminando cada frase mirando al público, como me habían enseñado. Incluso al terminar Bono me dijo que había leído muy bien. (seguramente porque era el primero...) No me quiero extender, pero esto es solo el principio. Ya os contaré lo que no vieron las cámaras de ese día plagado de anécdotas. Os dejo con la noticia en vídeo.

viernes, 26 de octubre de 2012

Ondas mágicas en la plaza de mi barrio

Resulta, cuanto menos sorprendente, que la gente se movilice por causas culturales en plena crisis social y económica. Pero mírese aquí que el dieciocho de octubre de 2012, un movimiento llamado "San Cris se mueve" busca sacar a la calle los talleres que se han ido desarrollado a lo largo del tiempo... Creo... O al menos eso entendí.

Solo sé, que en la Plaza de los Pinazos se empezó a formar un barullo de gente entorno a la parroquia. Había niños a porrones jugando al fútbol y al voleibol... Las fuentes estaban secas... Era todo tan confuso...

Bueno que la historia es esa, resulta que en frente del centro cultural del barrio se montó una radio improvisada con sus micrófonos, sus mesas, su música... Un sucedáneo de Onda Merlín, una radio, debe ser, de ámbito local.

Y claro, mi padre muy avispado, supo de los pequeños entrevistadores, que buscaban a gente para entrevistar, y allí estaba yo. Un "¡Buscad a gente para entrevistar!"del que parecía ser el jefe de la patrulla me bastó para mover ficha y en menos de lo que canta un gallo colocarme en la mesa de entrevistas.

¿Curioso? Rodeado de chicos y chicas de edades comprendidas entre los 13 y 16 años haciéndome preguntas sobre mi libro y mis peripecias en el barrio. El poema de la 21, nervios, intención de la máxima expresión con la vara sintética que me azota para la concentración más resumida... Un cóctel de entusiasmo y heroísmo. Una gente muy amable y cariñosa a la que le doy mis más sinceras gracias.


jueves, 18 de octubre de 2012

Me llaman el presentador...

Desde hace mucho, tal vez desde mis primeros pinitos en el teatro Europa, me he quedado prendado de esa sensación abrumadora, esencia escondida en el aplauso de un público admirador. Puede parecer extraño, pero me encanta la difusión de la cultura siempre y cuando sea mediante el diálogo instantáneo entre un ponente y un teatro. Algo natural... Un duelo en desigualdad discriminada...

En Informática ya tuve que hacer una sobre virus informáticos, cuando presenté mi libro al público otra, en la jornada de las puertas abiertas, en las jornadas TIC (de la que ya haré una reseña) y por último en el Ágora de Cosmocaixa, en Madrid.

Resulta que, FitoAtocha, el proyecto que habíamos construidos entre todos los alumnos de primero de Bachillerato del colegio Salesianos de Atocha fue finalista en la feria de la ciencia de Ciencia en Acción. Nos pidieron a los alumnos participación, y no sé porqué sentí la necesidad irrefrenable de acudir allí. El caso es que el viernes fui con nerviosismo y ansiedad a lo desconocido. Estábamos en nuestro están, solos y mirando de reojo a la presencia fantasmal del jurado que poco a poco se nos acercaba

De repente me asignaron realizar la presentación, y de hecho la hice con el mejor de los gustos y con una sonrisa entre los labios. Parece que al jurado le gustó y nos pidieron que el sábado realizáramos la presentación del proyecto en el vestíbulo de la entrada central del museo. Todo un éxito la verdad. Tuvimos la posibilidad de conocer los proyectos de todos los que, por pleno derecho, estaban allí.



jueves, 23 de agosto de 2012

Un viaje al pretérito... Chichester

Cuando vi la etiqueta de aventuras me quedé pensativo... ¿Aventuras? ¿Y qué aventura más grande en mi vida que mi primer campamento en un ciudad desconocida durante casi un mes y en el que tuve tiempo para escribir mi primer poemario y que fuera originario de todas mis posteriores aventuras? Necesitaba, supongo, dedicar una entrada como mínimo a este viaje con los pocos datos que perduran borrosos y a duras penas en mi memoria.

Mi camarada, compañero de todos mis viajes, me convenció para ir con él y con cuatro amigos más a un campamento de inglés en el desconocido pueblo de Chichester, Inglaterra. En una residencia de estudiantes, pendientes de los horarios de la lavandería y de las comidas tan tempranas y escasas, convivimos con los futboleros y los gallegos. Se me olvidaba comentar que la mayoría de los jóvenes iban a un campamento del Real Madrid, y que por motivos de cercanía con la empresa que lo organizaba, eran muchos de ellos, gallegos. Aquí comenzó mi historia en Coruña. El resto, entre los que me incluyo, simplemente íbamos a las clases.

Era una nueva sociedad... Todo original y distante de nuestra España... Tan frío y lluvioso. Esto me dio la idea de ambientar mi libro en una atmósfera medieval de princesas y caballeros. Recuerdo los imperdonables aporreamientos de puertas a las 8 de la mañana para despertarnos. Luego venía el "Good Morning" y su contestación entre dientes. Recuerdo la playa y el muelle de Brighton. Sus piedras en lugar de arena. Recuerdo el piano que desapareció sin dejar rastro. Nuestro intento amateur de Grease. Los juegos. La gran "T". La última película de Harry Potter. Londres... Oh Londres... Los amigos que hicimos y que todavía continuan contándonos sus peripecias. Y tantas cosas... No me preocupa dejarme ninguna en el tintero porque seguro que me lo acaban recordando.

Llegamos a Madrid más altos, con barbas más crecidas y con un hambre terrible. Menos mal que allí estaban las madres preparadas con sus bocadillos de chorizo y queso. Poco nos importaban los familiares y amigos que habían ido a recibirnos al aeropuerto de Barajas, solo queríamos comer.