jueves, 15 de octubre de 2015

RIZOMA

Hace ya años sorprendí -o acaso fui yo el más sobresaltado- en un vagón de metro a mi profesora de filosofía con la capucha de una estilográfica entre dientes y anotando su libreta con emanaciones seguramente extraídas del libro sostenido entre sus muslos de gorrión. De tal encuentro surgió una recomendación que solo ahora entiendo cómo puede dar soporte a lo que ya pensaba: una lectura desenfada y poéticamente convulsa de Rizoma -escrito por Gilles Deleuze y Félix Guattari-.

Rizoma es poesía como multiplicidad inigualable, punto medio del crecimiento de la hierba visionada a este lado del Atlántico y tangencia de toda función lingüística sin mesetas. El árbol de la vida tiene salvoconductos -víricos, fundamentalmente, de rama a rama y a rama,- que dificultan la asignación filogenética de las categorías o especímenes. Que todo solape por la imagen de pensamiento y el nivel de sensación que desbordan las palabras es suficiente para que nosotros, insectos redondos, devoremos con definición las raíces de este tronco hueco y adorado que aparentemente nos cobija; si nos urge la verdad. ¿Cómo uno elige descarriar hacia lo uno y lo otro si todas las veces tenía los pies entre las vías de una comunicación abandonada?

Rizoma es aplicar presión a un punto y saber cómo se transfigura en tenues líneas siempre conectadas con el resto de dimensiones, alcanzar el centro de las cosas por su sombra o pestilencia y predecir lo que deja la realidad por conocer. No arranquemos el cuajo del arbusto del Bien y el Mal como niños de Nietzsche, como Rimbaucitos recién salidos del infierno, como Humanos que saben la verdad sobre las nubes; pensemos simplemente que es posible y que al final, nos habremos sentido en alguna opinión sobre este mundo sin realeza.

lunes, 12 de octubre de 2015

A ver si funciona

Me niego, en creencia y a mí mismo, que podamos asimilar erróneas ideas -que las hay cuando te autoengañan- si te ves envuelto en ellas más de veinte días. Seguiré siendo abstemio, me reitero, porque no me gustan ni la amargura, ni la perturbación cognitiva, ni la facilidad visionaria que disfrutaron algunos de mis admirados poetas. Seguiré aceptando también que Amor es una forma fuerte de existencia, a pesar de las desventuras de mi entorno.

Como diría Heráclito: "lo único constante es el cambio" y es natural -además de necesaria- la crisis del paradigma cada cierto tiempo. A veces es la ciencia la agraciada y se enriquece y ramifica, a veces es la moral de cada uno la zarandeada y es aquí donde empiezan los conflictos personales y generacionales.

Dejamos de entablar relaciones sentimentales con los ojos y manos puestos en su mantenimiento y pulido, para pasar a intentar contactos hedonistas "a ver si funcionan" -algo mucho más vago y sencillo, pero más inmediatamente placentero-. Sería un error utilizar esta libertad de sentimiento sin la responsabilidad que conlleva preocuparse por la sensibilidad de quien nos acompaña; sin el propósito de trazar juntos un camino, aunque sea el más problemático y difícil de resolver, acabe donde acabe.


¿Acaso eran tiempos de mayor atadura y consentimiento? ¿Eran otros tiempos de miedo a perder la honra o algo peor? ¿Es la nueva era una completa equivocación desprovista de autoridad? Será que soy una reliquia, que me gustan otras épocas, que leer "Un mundo feliz" me cambió la vida... pero no puedo negarme que soy el producto de una relación construida desde el amor más verdadero que he encontrado. Mis padres, dentro de una semana, llevarán 35 años de matrimonio.

jueves, 16 de julio de 2015

A quienes canse la poesía por abstrusa

A quienes me han confesado que el epicentro de su desafección por la poesía se debate en términos del desentendimiento:

El primer y más hondo error sería considerar que, sin autoengaño, la emoción más vibrante no puede habitar la expresión incomprensible (por darse en un lenguaje que no caminamos) y exigir que deba haber necesariamente explicación en la degustación y en el sabor más misterioso y agradable que nos devore.

No creo sinceramente que nadie que escuche el cuarto movimiento de la novena sinfonía de Beethoven (movimiento magno y coral) haga permanecer su espíritu completamente imperturbable, con independencia de comprender el alemán decimonónico de Schiller. Para muchos, esto nos revela que la perforación del alma se aleja mucho de la académica interpretación de un texto en tanto que su entorno de desenvoltura (la orquesta, para el caso) ofrece un nivel de sensación superior. Análogamente viven nuestros poemas, radicando la diferencia en que el lenguaje utilizado aparentemente es comprensible por constituirse de palabras y formas similares a las cotidianas de nuestra comunicación. Este es el segundo y derivado error que nos involucra.

Nos duele no descubrir la verdad de algo manifestado en símbolos conocidos. Sería un gran avance entender que un "buen y críptico" poema puede producir igualmente grandes sensaciones al ser el lenguaje poético tan distinto (para un inepto en idiomas como yo) del castellano escrito, como éste del alemán romántico. Todo recaerá, por tanto, en lo abierta que llevemos tal día la sensibilidad, como ya dije, sin caer en la "automentira".

Para la música y letra, en inglés y alemán:


miércoles, 2 de julio de 2014

Una musa del sur

"Subamos escaleras tras el rastro de la poesía"...

Una de las habitaciones más lujosas de mi hotel de cabecera quedó reservada, desde mi peripecia en Bilbao, a nombre de una muchacha revuelta en dos mil cascabeles dorados que por mejillas se emboza una corola de rosas párvulas, extremas comisuras de un puente de luz.

Ahora que ha venido con un rumiante en la maleta, que ha partido con un corte de pelo propio de nuestras actrices más internacionales, que ha aterrorizado a los pasajeros del abismo; no encuentro forma de reflejar objetivamente el impacto vítreo que ha mellado en mi cábala, porque aún me aturde la ausencia, me pasa entre los muslos como el bigote deshecho de una luna plétora.

Sabemos más del otro que nadie, como ninguno, como nunca en vida he experimentado con la más inexplicable de las confianzas. Adivinamos de nuestras lenguas las palabras escondidas en el baúl de la siguiente proposición, un mágico espectáculo. Nunca olvidaré estos días de indulgencia cuidadosamente resguardados en tu cielo, tan importantes para mí.

Siempre nos quedará el vértice del mundo.

sábado, 28 de junio de 2014

A mis padres

Soy, quien no quiere la cosa, el sumatorio unísono de todo lo que repercutió voluntaria e inconscientemente en mí de cualquier guisa; una inaudita construcción heterogénea donde se imbrican desde las magníficas representaciones moleculares marcadas a fosfato y nitrógeno sobre mi genoma, hasta el más somero de los susurros expelidos al olvido y de procedencia remota, que me hiciera de infante abandonar cualquier primitiva tarea para rotar sobre la nuca mi atención irracional, aunque ya no recuerde su sonido. De tal entorno, aparentemente inabarcable, debo hacer responsable en gran parte a mis progenitores; especialmente en el apartado reservado a las reclamaciones fenotípicas.

Así pues os agradezco humildemente haber sido educado en la serenidad y la templanza, en el razonamiento ético y solidario de la entrega compartida a quienes lo necesiten; haber fomentado curiosamente en mí los pilares eruditos del conocimiento científico tras largos paseos atenienses a la vera del estanque, donde "criticar" no tenía connotaciones peyorativas; haber tenido a disposición todo recurso que precisase para forjarme como persona diestra; el legado filosófico del esfuerzo; vuestros ideales y esperanzas; mi nombre completo; nuestra primera carta antes de ser concebido; el espíritu de la contradicción; las ganas de vivir aventuras espectaculares; y mi segura calvicie, que se me ocurran ahora...

Vivo inciertamente, sin decirlo con empalagos, no conociendo que habéis leído estas palabras; pues soy de labios, ni de abrazos, ni de carantoñas explícitas. Aún no me conocíais, y decidisteis confiar en mí. Ahora que os conozco solo puedo daros las gracias.

martes, 17 de junio de 2014

De ti

Si alguien quiere saber de ti solo tiene que arrancar a un joven desconocido del mundo su negra libreta, pues todos hemos llevado, o llevaremos, una con tu historia. Así es como supe de ti. En el interior, unas hojas amarillo esquela recicladas como impresos de introspección, donde el mismo joven se ahoga, hablan de esa muerta bifurcación, sencillamente propia de los primates, entre dos extremos de una balanza injusta; siempre amar en cursiva.

Ahora es mi turno, el momento de completar la historia del último hombre contigo, hasta que el próximo me arrebate la vida. Leo todos los nombres que has tenido: Ana, María, Rocío... Ahora te llamas como ella, la mujer acompañada que juega con la arena de la playa infinitamente distante. Ahora sé, que en suma esencia, sois la misma persona, la única mujer; que platónica se desvela como catástrofe con otro individuo, que lamento no ser yo.

Apago el cigarrillo, dejo que la brisa me sacuda. Entre las mágicas olas te besas con él, lástima. Te seguiría amando cuando ya no fueras ni tan guapa, ni tan joven, desde la ventana del hotel. Espero que el próximo huésped de la habitación 215 tenga mejor suerte que yo.

martes, 10 de junio de 2014

INTRODUCCIÓN A LA ANTROPOLOGÍA GENERAL

Una obra bibliográfica imprescindible de los potenciales filósofos, psicólogos y, sobre todos los eruditos, antropólogos es esta introducción concisa, (que iré desgranando idea a idea, anotada oportunamente en mi libreta) relevante e interesante según mi juicio; transmisora sencillamente de una visión objetiva y estudiada, con ademanes de tolerancia, del conjunto de la humanidad.

Un abridor de apetito sapiente muy ameno y divulgativo, alejado de todo tostón, con numerosas imágenes que ilustran el texto de elegante manera y algún que otro chascarrillo que levantará la sonrisa antropomórfica de los lectores más receptivos.

Cuestiones tan generalmente próximas a nuestra órbita mundana como el racismo, la supremacía de género, las causas de la pobreza, la evolución cultural, la religión, los modos de producción... son tratadas con ciencia y datos empíricos en boca de las figuras más importantes de este campo. ¡No será por referencias y trabajos seleccionados!

Contumaz puede llegar a ser la postura de los humanos más aferrados a su forma de vida, que la creen inviolable como única verdadera. Esta lectura permite ampliar el mundo espacio-temporalemente inaccesible, reconocer humanidad en éste y entender, en definitiva, sin prejuicios a nuestra especie, panda de monos desnudos.