sábado, 5 de octubre de 2013

Las propiedades emergentes de la vida

Hablando de los distintos niveles de organización de la materia, cometí el grave error de caer en el reduccionismo, no incorporando un concepto tan magnífico como desbordante en mis interpretaciones de la realidad, la propiedad emergente. El corte conceptual se establece en tanto que en su conjunto los incontables matices individuales de la base inferior hacen erupcionar una propiedad potencial, latente, que se manifiesta solo en el estrato considerado. Así una célula es funcionalmente superior a la suma de sus estructuras subcelulares, pues posee una propiedad emergente que no poseen esencialmente ni los orgánulos, ni las proteínas, ni las membranas, la vida.

Las nuevas realidades surgen de la mitosis diferenciada de una entidad anterior que agrupa su concepto peculiar íntimamente embutido en su entorno semántico de la forma más convencionlamente entendida. Cuando mayoritariamente por consenso se acepte universalmente un elemento discernido, estaremos hablando de un objeto con propiedades esenciales. Si este cuerpo sistemático es lo que es por lo que es el nivel inferior que lo conforma, hablaremos de características emergentes que no poseen sus partes por separado.

La biología de sistemas estudia las interferencias de cada una de estas fracciones de conmpendio que puedan provocar alteraciones a rasgo macroscópicamente visible y perceptible. Mi regio determinismo poco a poco va dejando entrever el recodo de la teoría caótica de lo imprevisiblemente subyacente de la infinitud de puntos inabarcables. Puede que el ser se reduzca a la inferioridad, o tal vez, a sus propiedades novedosas.

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