domingo, 13 de octubre de 2013

Todo era mentira

Este blog nació con la idea de comprobar la evolución intelectual del conocimiento que porto de las cosas. Ahora me parece tan éstupia la mentalidad reduccionista de algunas de mis entradas biológicas, que me llevo a preguntar si realmente el simplismo escolar fue tan necesario para captar la fundamentación más básica de un todopoderoso complejo sistema de interrelaciones moleculares que nunca acaban, al margen, por supuesto de ridiculeces ignorantes. La educación generalista y poco fructuosa abre nuestros entornos cognoscibles aumentando las probabilidades de sedimentación conceptual. Llevo un mes cursando el grado de Bioquímica en la UAM  y casi todo lo que creía saber acerca de genética, como una masa dulce de pan ha sido aplastado por el arrollador tremendismo del más preciso de los saberes.

Ahora resulta que el RNA es la base de la vida, que de genes poca definición tajante, que multitud de mensajeros se "esplaicean", se editan e imprimen, que ni la misma estructura superior de la cromatina se salva de los azares de los radicales metilo, que lo que llamaba invaginación es un dodecaedro truncado de clatrina, que algo tan malsonante como una bomba nos mantiene vivos, aparato asimilador de glucosa en las células del intestino.

Cada día recorro el mismo trayecto, imito el sonido de las mismas palomas, compruebo cada vez con más ahínco la presencia desorbitada de unos extraños individuos de alas esmeraldas que dicen ser viajeros de Argentina y que no les agrada compartir su espacio. La Biología, bella en su esplendor, puede ser más de lo que un divulgador trate de explicar a unos cuantos especímenes medioentendidos que se hacen pasar por Homo sapiens sapiens.

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